Las altas temperaturas de estos días son un riesgo para la salud de todos, pero especialmente para las personas más vulnerables como es el caso de las de las personas mayores, ya que son más propensas a sufrir un golpe de calor al tener una sensación reducida de calor y por lo tanto su capacidad de protegerse es menor.
Conscientes de que la prevención es fundamental, recomendamos una serie de hábitos saludables a tener presentes ante la llegada de las altas temperaturas.
La hidratación es importantísima por lo tanto:
- Asegurarse de tomar muchos líquidos durante todo el día, incluso aunque no se sienta sed (cuantos más año cumplimos mayor es la tendencia a no notar o no expresar esta necesidad)
- Se pueden tomar bebidas refrescantes (sin cafeína, gas ni mucho azúcar), pero lo más naturales posible evitando, por ejemplo, los zumos industriales
- Las sopas y caldos, alimentos no sólidos como el gazpacho, y frutas con alto contenido en agua (como la sandía) también cuentan cómo proporcionan hidratación
- Tomar comidas ligeras que incluyan la mayor cantidad posible de frutas y verduras
- Abstente de la comida procesada, en caso de nuestros mayores nunca las toman
- Los vegetales incluyen minerales y agua en abundancia, que también ayudan a la hidratación
La ventilación es otra de las cosas a tener en cuenta en nuestros mayores
- Tatar de que la temperatura interior sea constante sin cambios excesivos entre estancias
- No dormir excesivamente tapado
- Al salir al exterior, debemos elegir preferiblemente horas de poco sol (primeras horas de la mañana y últimas de la tarde)
- El ejercicio físico al que sometemos a nuestros mayores, incluyendo los paseos ha de ser moderado y, si puede ser, en el interior y con constante vigilancia, pendientes de que beban agua para la hidratación.
Consejos que desde Residencia Padre Damian cumplimos a rajatabla para proteger a nuestros mayores ante el aumento de las temperaturas y posibles golpes de calor.