La alimentación de nuestros mayores debe estar enfocada en una buena cantidad de proteínas, minerales, fibra, grasas omega 3 e hidratación.

principalmente, para cubrir los requerimientos propios de esta etapa de la vida.

Durante esta etapa se sufren diferentes cambios físicos y fisiológicos propios de la edad que afectan la salud y el estilo de vida. 

Los cambios principales más acusados en esta etapa de nuestra vida son, la  disminución de la masa ósea y muscular, lo cual genera debilitamiento y predisposición a las fracturas u osteoporosis por ejemplo, otro cambio significativo es el deterioro cognitivo y cerebral, afectando la memoria, la atención, que causan un deterioro en la velocidad de comprensión. 

A ello se le suma el debilitamiento de la dentadura en general y de las papilas gustativas, alterando así el sabor de las comidas; también se ven afectados la visión, el oído, el olfato y el tacto. Existe mayor vulnerabilidad a sufrir enfermedades cardiovasculares y neurológicas.

Es un conjunto que debemos tener en cuenta y es por ello que debemos, tenemos la obligación, de aportar con alimentos, las carencias que sus cuerpos van experimentando. 

Por todo esto, en la residencia Padre Damián, tenemos un estricto control de esos alimentos que no deben faltar en las dietas de nuestros mayores, como por ejemplo, el pescado, ya que este es el que ofrece mayores veneficios para ellos, por su completo aporte de nutrientes,  además de ser de fácil digestión, algo también de un alto grado de importancia, ya que su digestión se ralentiza. Tiene proteína, colágeno, calcio, vitamina D, hierro, etc.

Este puede considerarse como alimento preventivo en diversas enfermedades que aqueja a nuestros mayores. En la dietas semanales de la residencia Padre Damián, consideramos como principal el consumo de pescados azules como caballa, jurel y bonito por su aporte de ácidos grasos Omega 3, además por su disponibilidad y de dos a tres veces por semana. 

Otro de los alimentos son los huevos, por la excelente fuente de proteínas, componentes esenciales en esta etapa. Además, aporta otros nutrientes importantes como la vitamina B12, hierro, calcio, etc. Por su versatilidad a la hora de cocinar se incluye en diferentes preparaciones menos frito. 

Esto son los alimentos entre otros mucho, que no deben faltar en las dietas semanales de nuestros mayores. 

Y recordarles continuamente que beban agua es otra de nuestras principales funciones por su susceptibilidad a sufrir deshidratación. 

Po todo esto y más es lo que en la residencia Padre Damián, decimos que están en las mejores manos.